miércoles, 12 de diciembre de 2018

Planificación Inclusiva y Efectiva


Profesores: Lic. María Inés Herrera y Lic. Victoria Ayerra
Unidad curricular: Psicología Educacional
Fecha: 27/11/2018
          
PARTE A: Planificación
Alumnos: Candelaria Domínguez, Milagros Lemos, Mercedes Díaz de Vivar.
Grado: 4° EP
Tema/tópico: Civilizaciones precolombinas (Mayas, Incas, Aztecas)
Síntesis:
El Diseño Curricular expresa que en cuarto grado de primaria, en el área de Ciencias Sociales, se realizará el “análisis de diferentes formas de organización social y política que existieron de manera simultánea en América considerando: estratificación social, cosmovisiones, sistemas de tributos, relaciones de dominación y conflicto con otras sociedades.” Es por esto que seleccionamos el tema de las civilizaciones precolombinas para desarrollar con la siguiente planificación. Se busca abordarlo y comprenderlo aplicando la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. El objetivo es dar lugar a la diversidad y utilizarla como un recurso para el aprendizaje, aprovechando a los pares para potenciar las fortalezas y trabajar las debilidades. Se propondrán diferentes actividades que implicarán la participación de los alumnos, y todas las producciones servirán para la clase abierta con la que se cerrará el tema.

Objetivos/aptitudes:
       Que los alumnos demuestren (a sí mismos y al docente) lo que comprendieron sobre las civilizaciones precolombinas.
       Que cada alumno pueda realizar actividades desarrollando diversos tipos de inteligencias: potenciando las fortalezas, trabajando las debilidades y desafiándose a seguir aprendiendo, mediante el intercambio y el trabajo colaborativo.
       Que los alumnos reflexionen sobre su proceso de aprendizaje, identificando fortalezas y debilidades, para seguir creciendo en la metacognición y ser protagonistas de su aprendizaje.
        Que los alumnos participen en las diferentes situaciones comunicativas surgidas en la variedad de actividades utilizando un lenguaje adecuado y aplicando el vocabulario relacionado con el tema.
Recursos:

       Lámina de inteligencias múltiples
       Frasco de roles
       Video de consigna
       Manuales de ciencias sociales de 4°
       Computadoras o dispositivos
       Materiales para la creatividad en las producciones (marcadores, cartulinas, etc.)
       Rúbricas para la retroalimentación
       Cajas con los nombres de los temas
       Actividades de todos los temas orientadas a todas las inteligencias
       Grillas para autoevaluación

Síntesis del proyecto:
La actividad se encuadra dentro del proyecto acerca de las civilizaciones precolombinas. En la primera clase del tema se intentará volver el tiempo atrás y ambientar el aula con algunos aspectos de la vida en los pueblos originarios. Habrá imágenes en las paredes, música y algunos elementos que se utilizaban en ese momento. Se destinará unos minutos a que los niños puedan observar y reflexionar acerca de lo que hay en el aula. Se introduce el tema, contando cuáles eran los pueblos, y en las siguientes actividades se va a indagar sobre distintos aspectos de la vida de esos pueblos. [En este momento del proyecto se ubica la secuencia propuesta a continuación.] La actividad de cierre del proyecto será una clase abierta a los padres y a la comunidad educativa titulado “Un día con los pueblos originarios”, donde los alumnos podrán mostrar sus producciones y aprendizajes.

Desarrollo de la secuencia:
  1. Elección de inteligencia múltiple y asignatura de tema.
La docente expondrá la paleta de inteligencias múltiples (que forma parte de la mochila docente propuesta por Milagros Lemos, Delfina Draier, Candelaria Domínguez, Mercedes Díaz de Vivar y Bautista Soto) con la que están familiarizados los alumnos. En el caso que fuera necesario, se hará un breve recorrido de repaso por cada una. Se le pedirá a cada uno que elija la inteligencia con la que se sienten más cómodos y de acuerdo con eso se dividirán en grupos. Cada uno de ellos, recibirá un tema diferente de los siguientes: organización social, economía, creencias, juegos.

  1. Consigna y división de roles
En primer lugar, la maestra les entregará un frasco con roles (que forma parte de la mochila docente) que ayudarán a organizar la investigación y exposición del tema. Los roles serán: comunicador (este es el único que podrá ir a hablar con la maestra en representación del grupo), el encargado de materiales (este alumno/a será el encargado de ir a la biblioteca en busca de mapas, información, globo terráqueo o cualquier material que le sea útil), el escritor (será el encargado de escribir todas las conclusiones, información o ideas que tenga el grupo), y por último el motivador (será encargado de escuchar atentamente todas las ideas, asegurándose y de que todos participen  y elogiando sus participaciones).
Una vez que se hayan acomodado, se presentará un video que incluirá audio (con subtítulos), dramatización, e imágenes para explicar la consigna: deberán investigar acerca de los temas asignados en distintas fuentes optativas disponibles en: manuales, Youtube, Wikipedia, etc. Tomarán nota para recopilar la información necesaria para elaborar una representación de lo trabajado acorde a sus inteligencias. También se presentarán los criterios de evaluación para explicitar las expectativas del docente.

  1. Investigación en grupos y preparación de exposición
Los alumnos deberán presentar el tema asignado frente a sus compañeros y docente. Para prepararlo, todos los grupos tendrán momentos a lo largo de las clases destinados a la puesta en marcha de la presentación. A pesar de que haya roles para cada alumno, todos deberán trabajar de manera colaborativa en la búsqueda de información y en la planificación de la exposición. La maestra estará a disposición para todo lo que necesiten y proveerá materiales en concordancia con cada inteligencia. 

  1. Exposición ante el curso
El momento de exposición será de gran importancia ya que se pondrá en manifiesto todo el esfuerzo y el trabajo de los alumnos. Así mismo, se podrá observar de qué manera desarrollan la aptitud de comunicación y gestión efectiva para transmitirles a sus compañeros todo lo investigado acerca del tema otorgado por la docente.
Los requisitos que se deben cumplir en la exposición son:
Duración entre 10 y 15 minutos.
Todos los integrantes del grupo deben participar activamente de alguna manera.
Comunicar por medios auditivos, visuales y kinestésicos.
Pensar una manera de involucrar y comprobar que la audiencia haya comprendido.
¡Ser lo más creativos posible!

  1. Retroalimentación por grupo
Los alumnos deberán estar muy atentos en las exposiciones orales de sus compañeros, porque luego de cada una deberán evaluarlos. Se le repartirán a cada grupo unas pequeñas  fichas de retroalimentación (que forman parte de la mochila docente), con las que los alumnos están familiarizados. Cada vez que un grupo termine de exponer, habrá un tiempo determinado para completar las rúbricas (de retroalimentación o auto-evaluación, según corresponda). Al final, todos los grupos recopilarán el feedback.

  1. Actividades de nuevos temas con nuevas inteligencias
Para que todos los alumnos puedan mostrar y profundizar comprensión en todos los temas, habrá una instancia para completar actividades de temas que no hayan sido asignados a ellos, de forma individual.
Habrá cuatro cajas con el título de cada tema; dentro de ellas habrá hojas con consignas para ese tema, según la inteligencia con la que se aborde. Es decir, cada hoja tendrá el nombre de una inteligencia y una actividad propuesta.
Los alumnos desarrollarán la autonomía en esta actividad, ya que ellos deberán elegir las actividades, teniendo en cuenta que no pueden repetir el tema que hayan desarrollado anteriormente, ni la inteligencia que hayan elegido para la otra actividad. Cada alumno deberá realizar actividades de al menos un tema, pero si les sobra tiempo podrán seguir realizando actividades. Podrán consultar los manuales o las computadoras, además de las producciones de los grupos que expusieron, o hacerles preguntas a los investigadores de cada tema.
Antes de entregar la actividad a la docente, deberán pedir retroalimentación a dos compañeros: uno que haya presentado el tema anteriormente (para evaluar el contenido) y otro que haya empleado la inteligencia en la primera producción (para evaluar la presentación).

  1. Autoevaluación
Al principio de toda la secuencia, se explicitará oralmente a los alumnos qué se espera de ellos, es decir, cuáles son los criterios de evaluación. Al final de todo el recorrido realizado, se les dará la siguiente grilla de autoevaluación. Deberán evaluar (según el código habitual) su desempeño en cada criterio en la columna de “me auto-evalúo” poner cómo creen que cumplieron cada criterio. Se hará énfasis en que el aprendizaje es un proceso, por lo que es importante ser críticos con uno mismo para poder identificar los logros y saber qué falta mejorar aún.

Evaluación:
En cada actividad se dirá qué se espera de ellos (criterios de evaluación). En la exposición de grupos todos tendrán rúbricas de evaluación con la que evaluarán a los grupos y se autoevaluarán. También se les dará a los alumnos una lista de cotejo con los criterios previstos al final de la actividad, que será explicada oralmente y completada luego.
El docente observará las actividades y la autoevaluación, y completará la lista de cotejo en la columna correspondiente (a partir de sus propias observaciones y de las retroalimentaciones de los pares). Explicitará cuáles son las fortalezas y qué aspectos hay que seguir reforzando. Le dará una devolución individual a cada alumno, teniendo en cuenta el trabajo en equipo, la investigación, las producciones, la exposición oral y el manejo del tiempo.

Parte B: FUNDAMENTACIÓN
Esta planificación fue diseñada desde la Psicología Educacional, es decir, una ciencia que complementa las teorías de aprendizaje, la psicología del desarrollo y la psicología de las diferencias individuales.

APORTES/ HERRAMIENTAS DE LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE Y LA INSTRUCCIÓN
Se emplean una variedad de herramientas provenientes de aportes de diferentes estudiosos que enriquecen la actividad pedagógica.
Se parte de la base de que la inteligencia es “un set de habilidades y procesos cognitivos que permiten hacernos un sentido del mundo y usar la información creativamente para enfrentar nuevos desafíos, es decir, la habilidad para aprender de la experiencia” (Feuerstein, 1980, citado en Arancibia, 2008, p.149). Asimismo, sostiene Gardner (1983) que “la inteligencia es el conjunto de habilidades que le permiten al individuo resolver problemas y proponer productos apropiados a uno o más contextos culturales” (Arancibia, 2008, p.157). Es por esto que la planificación propone una amplia gama de actividades para que los alumnos experimenten y descubran la información para ponerla en práctica.
Para lograr que todos los alumnos desarrollen su inteligencia, se busca poner en juego distintas formas de razonamiento y pensamiento asociadas a distintos sistemas simbólicos, o valores culturales: lógico-matemática, lingüístico-verbal, musical, corporal-kinestésica, naturalista, intrapersonal, interpersonal y visual-espacial. Podrán potenciar sus fuertes, como así trabajar sus debilidades. Esto permitirá abordar un tema desde múltiples perspectivas, favoreciendo así una comprensión más profunda.
Una herramienta que permite potenciar este desarrollo de la inteligencia múltiple es el aprendizaje colaborativo. Los trabajos en grupo significarán “un proceso colectivo desde el inicio, donde todos intervienen conjuntamente en la realización de la tarea” (Roselli, 2011, p. 179). Este tipo de trabajo optimiza el proceso de aprendizaje ya que el alumno toma las riendas del mismo camino hacia el conocimiento, se pone en un rol sumamente activo, reduciendo la dependencia al docente y su estado pasivo de recibimiento de información. En el trabajo en grupo, los alumnos enriquecen sus ideas y saberes; van aprendiendo de otro, así como otros de ellos. Esto no significa que el docente adquiera un rol pasivo, sino todo lo contrario. Debe especificar los objetivos de la actividad, y monitorear que el trabajo esté siendo colaborativo (no solo cooperativo).
La estrategia que se usa para guiar este modo de trabajo es la división de roles. Los alumnos deberán tener una coordinación de acciones y consenso, pautado por el que tenga el rol de “motivador”. Es un aprendizaje mucho más abarcativo que el del puro conocimiento: cuentan con cierta responsabilidad individual por los roles a cumplir y también aquella libertad de organización para poder llegar a un objetivo planteado.
De la misma manera, el intercambio de producciones que se da en el aula promueve la tutoría entre pares. Todos pasan en algún momento a ser tutores de otros (cuando se ponen en juego sus inteligencias predominantes o los temas que ya conocen) y también a ser tutoreados (cuando reciben ayuda de otro que domina mejor el tema/inteligencia) (Roselli, 2011, en Herrera y Ayerra, 2018, clase 5). Ambos se enriquecen al trabajar juntos para generar contenidos y conocimientos.
Con esta planificación, se busca siempre aprovechar pedagógicamente al alumno como otro mediador. Esta es una forma de andamiar el aprendizaje, pero toda la secuencia está estructurada con esta teoría de Wood y Bruner (basada en el concepto de ZDP de Vigotsky), que favorece el desarrollo cognitivo. Los alumnos serán enfrentados a una tarea realizable pero desafiante (según sus posibilidades), y recibirán un apoyo contingente (de sus pares o del docente) que aprovecharán para resolver la situación. A continuación, esos soportes serán removidos para que puedan crecer en autonomía.  
Aquí se refleja la creencia de que “el conocimiento no es un mero producto del ambiente externo ni un simple resultado de las disposiciones internas del sujeto, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores” (Carretero, 1993, citado en Herrera, Ayerra, 2018, clase 4). En otras palabras, se cree que conocemos el mundo en función de los esquemas que construimos, los cuales son representaciones de situaciones o conceptos que permite manejarlos internamente y enfrentarse a situaciones similares. Esto se trabaja tanto individualmente (teoría psicogénetica de Piaget) como en la interacción social (teoría sociogenética de Vigotsky).
Otras teorías muy empleadas son las cognitivas, aquellas que “intentan explicar los procesos de pensamiento y la actividad mental que mediatiza la relación entre el estímulo y la respuesta” (Arancibia, 2008, p.83). Esto se debe a que, como ya se dijo, el sujeto que aprende está reconstruyendo conocimientos, ideas, representaciones o estructuras mentales.
De la teoría del proceso de la información, se toma la idea de que lo que se procesa se almacena y a la vez, la memoria influye en el procesamiento, por lo cual el aprendizaje debe ser sobre la base de los conocimientos previos para generar la reconstrucción (Arancibia, 2008, p. 95). Los procesos involucrados en el aprendizaje son los mismos que se implican en la memoria (atención, percepción, codificación, almacenamiento, recuperación), sumado a la ejecución (verificación y transferencia del aprendizaje), que se concreta, en este caso, con las producciones.
Gagné habla, además, de otros dos factores que son imprescindibles: la retroalimentación (devolución sobre la ejecución) y la motivación (según la expectativa u objetivo de aprendizaje).
El primero tienen que ver con un tipo de evaluación formativa. Como explica Feuerstein (1980), “los alumnos no pueden ser evaluadas por sus productos en un momento dado, bajo ciertas circunstancias y que estas respuestas sean rotuladas como medida de sus capacidades” (Arancibia, 2008, p.154). Se considera que la evaluación continua debe ser parte fundamental del proceso de aprendizaje. Paul Black y Dylan William (1998), la definen como "un proceso para recabar información con el fin de revisar y modificar la enseñanza y el aprendizaje en función de las necesidades de los alumnos y los logros que se propone para alcanzar.”
La evaluación (incluyendo la retroalimentación) no son elementos estáticos que se dan esporádicamente. Por lo contrario, deben darse de manera dinámica y constante, tanto oral como escrita, entre los pares y la docente. Además, como explica Feuerstein (1980) con la teoría de la Modificabilidad, la evaluación debe ser una experiencia mediatizada para potenciar las capacidades (y no solo medir los logros) (Arancibia, 2008, p.154).
La teoría de Gagné pone especial énfasis en la importancia de la retroalimentación, diferenciándola de un simple refuerzo (Arancibia, 2008, p.112,113). Mientras que éstos últimos solo premian según la respuesta, el feedback tiene en cuenta los procesos mentales de cada uno, y brinda valoraciones y sugerencias para repensar y reflexionar sobre el propio desempeño. Como explica Bruner, la retroalimentación propuesta en esta clase debe contener la cantidad justa de información, hablar en el mismo lenguaje que la tarea, brindarse en el momento justo, e incluirse en el marco de un objetivo más amplio para que adquiera sentido (Arancibia, 2008, p.100-101).
Tanto la retroalimentación como la autoevaluación de esta planificación fomentan la metacognición, lo cual se entiende como un proceso de autoevaluación de la propia vida interna, para conocer las propias potencialidades y las deficiencias. El objetivo principal, es que el alumno adquiera la capacidad de auto-reforzar su tarea de manera de fomentar su autonomía y convertirse en protagonista del propio aprendizaje.
Ese aspecto de la propuesta pedagógica está íntimamente ligado al segundo aspecto mencionado anteriormente: la motivación. Bruner considera que ese es uno de los aspectos fundamentales que el docente debe lograr para se de el aprendizaje, de manera que los alumnos puedan comprender, transformar y transferir lo aprendido. Explica que, para activar la motivación a aprender, es necesario crear un grado adecuado de incertidumbre, que no sea ni muy rutinario (sin exploración) ni demasiado incierto (generaría confusión y/o ansiedad). Una vez activada, el docente debe mantenerla y direccionarla a un objetivo determinado (Arancibia, 2008, p.97).
Bandura (conductista), explica (citado en Arancibia, 2008, p.64que la motivación puede provenir de incentivos directos (a través de las experiencias de investigación, por ejemplo), vicarios (observación de las exposiciones de otros, en este caso) y autoproducidos (como en la evaluación del propio desempeño).
La motivación será fundamental para lograr que el aprendizaje sea significativo. Como explica Ausubel (1978), se debe tener en cuenta la estructura cognoscitiva previa, de modo de activarlos para que pueda servir de anclaje a los conocimientos nuevos y les de sentido (Villar, 2003, p. 361, 362). El aprendizaje se entiende como “la capacidad de relacionar e integrar la información nueva dentro de estructuras de conocimiento previo” (Arancibia, 2008, p.102), construyendo así una nueva estructura integrada que servirá para futuros aprendizajes. La significación psicológica de esta planificación consiste en partir de las inteligencias predominantes de cada alumno como “conceptos integradores” para establecer un nexo con la información nueva a incorporar. El docente no presenta los contenidos en su forma final, ya que el alumno solo podría repetir o reproducir los contenidos literalmente y sin asimilarlos.
Para que el alumno realice las transformaciones necesarias para asimilar la información, se trabaja con distintas modalidades (Villar, 2003): al inicio se propone una instrucción por descubrimiento obligado (porque se experimenta, pero con una guía), luego se instruye por recepción (cuando se expone) y, por último, se ofrece una instrucción por descubrimiento más autónomo (si bien no es del todo libre, el alumno tiene la posibilidad de elegir cómo y en qué profundizar).
Deteniendo este análisis en la instancia de aprendizaje por exposiciones, se podría decir que se recupera la teoría de aprendizaje social de Bandura. Se sostiene que es posible aprender por observación (Vicario), ya que “los seres humanos generan representaciones internas de lo que ven” (Arancibia, 2008, p.66), que interiorizan y les sirven como guías para la acción.
Aquí ya empezamos a hablar de teorías conductistas. Si bien no se comparte la idea de que un estímulo sea la única causa de una respuesta, se considera que no deja de ser importante cuidar las condiciones del ambiente para construir un clima propicio para que se dé el aprendizaje. El aporte que se valora es la demostración de que “la conducta está sujeta a variables ambientales” (Arancibia, 2008, p.46) por lo que es importante transformar los estímulos para que se generen respuestas positivas.
Se sostiene que el ambiente es el tercer educador. Si bien no queda explícito cómo se lleva adelante la ambientación física del aula, se alienta la creación de un clima positivo como recurso para el aprendizaje. Se toma el condicionamiento operante de Skinner entendido como “el proceso a través del cual se fortalece el comportamiento que es seguido de un resultado favorable, con lo cual aumentan las probabilidades de que ese comportamiento vuelva a ocurrir” (Arancibia, 2008, p.53). La docente reforzará las conductas que tengan que ver con la exploración, la participación, la creatividad, la comunicación y el trabajo en equipo.
FALENCIA
Algo que podría faltar en esta planificación sería alguna estrategia como las que plantea Ron Ritchart en Proyecto Zero para hacer rutinaria la visibilización del pensamiento y gestionar las interacciones estableciendo reglas de comunicación.
Las producciones de los alumnos son una forma de evidenciar los pensamientos y éstas son intercambiadas. Sin embargo, sería bueno sistematizar un momento de reflexión y compartida de pensamientos. Aguerrondo, Anijovich, Furman, Libedinsky, Maggio, y Vota (2017), subrayan la importancia de “fomentar el pensamiento profundo en niños de jardín de infantes hasta el final de la secundaria” (p. 83).
Se sugiere entonces al docente que promueva la reflexión a través de preguntas como: “¿qué te hace decir eso?” “¿de qué manera llegaste a esa respuesta?”, “¿cómo podés relacionar esto con lo otro?”, etc. Esto permitirá formar alumnos con pensamiento crítico y reflexivos; alumnos que aprenden a pensar.

CÓMO APRENDEN LOS ALUMNOS EN EL NIVEL PRIMARIO
Los alumnos de cuarto grado se encuentran teóricamente en el estadio operacional concreto del desarrollo intelectual. Esto significa que los logros consisten en realizar operaciones mentales aplicadas a eventos concretos. Ya tienen un pensamiento lógico, ligado a objetos de la percepción.
Sin embargo, “el desarrollo intelectual implicado en los aprendizajes escolares no puede explicarse sólo a partir de las etapas piagetianas” (Herrera, Ayerra, 2018, clase 9). El desarrollo cognitivo es un proceso dinámico ya que requiere del progresivo dominio de determinados procesos psicológicos básicos.
Esta propuesta pedagógica exige cierto nivel de logro de estas funciones, pero también ayuda a seguir desarrollándolas. Por ejemplo:
·         Atención: los alumnos deben poder seleccionar los estímulos percibidos para aumentar la velocidad de ejecución de la tarea. Es necesaria para adecuar la información nueva a los esquemas previos y modificarlos. La propuesta ofrece situaciones variadas, y que toman en cuenta los intereses de los alumnos, por lo que se verían motivados a atender para poder aprender.
·         Codificación y archivo de la información/memoria:
MCP: Los alumnos deben poder retener y mantener la información durante cortos períodos de tiempo. Como esta tiene capacidad limitada, las actividades son cortas y se adecuán al nivel cognitivo de los alumnos para no sobrecargarlo. Además, no se fomentará la memorización automática, sino que se alentará la toma de notas como estrategia de mantenimiento.
MLP: Se busca acceder al tópico desde las capacidades e intereses individuales de los alumnos, lo cual invita anexar el conocimiento nuevo desde las estructuras previas. Para aumentar la eficiencia de almacenamiento, se buscará trabajar con la metamemoria al elaborar y exponer de producciones que involucren el conocimiento a adquirir.
·         Otras (Funciones Ejecutivas):
Los alumnos deben poder inhibir (establecer prioridades y resistir acciones o respuestas impulsivas) para realizar las tareas que exige la propuesta, sobre todo cuando es en grupo y tienen un rol que cumplir. También deben ser flexibles cognitivamente (mantener o cambiar la atención en respuesta a diferentes demandas o aplicar diferentes reglas en diferentes entornos) para ser capaces de trabajar con distintos temas y modos de representación. Para desarrollar este aspecto en los alumnos, se fomentará la metacognición (la cognición de la cognición) a través de la retroalimentación y de la autoevaluación (del conocimiento declarativo/conceptual y procedimental). El objetivo es lograr concientizar y conocer el propio proceso cognoscitivo para poder ser reguladores de esa actividad (planear, tomar decisiones, resolver problemas en base a ello).
Los procesos cognitivos se combinan para dar lugar a la inteligencia. Como propuesta del NP, esta planificación busca desarrollar las habilidades intelectuales fundamentales:
·         Formación de conceptos y pensamiento categorial
Como los alumnos ya lograron (y siguen desarrollando) cierto nivel de memoria organizativa y planificadora, así como estrategias de procesamiento y recuerdo, se les presenta un fragmento de la realidad (en este caso, la historia de las civilizaciones Precolombinas) en forma de conceptos (según los aspectos de esas sociedades). Se les exige una producción que los ayude a interiorizar la información para construir representaciones mentales. Esto les permitirá aumentar sus conocimientos para seguir aprendiendo.
·         Comprensión
Cuando los alumnos investigan sobre el tema que se les asignó, deben realizar un proceso cognitivo global que implica reconocer la información, pero también ir más allá de ella. La comprensión se pone en juego en plenitud cuando deben reestructurar y reelaborar los conocimientos (previos y nuevos) para realizar la producción (y no hacer una simple copia).
·         Razonamiento
Si bien los alumnos no dominan los procesos hipotético-deductivos, son muy hábiles en el uso de razonamientos inductivos. (Esto implica una actividad intelectual de comprender los fenómenos desde un cierto grado de abstracción). De la información que se les presente, deberán realizar generalizaciones lógicas sobre la vida en las civilizaciones.
Y de esta manera, es como se retoma el concepto inicial de “estadío operatorio”. Una vez que el niño aumenta su nivel atencional, la amplitud de la MLP, progresa en los procesos de control (metacognición) y las FFEE (memoria de trabajo, inhibición y flexibilidad cognitiva), desarrolla el pensamiento categorial y la formación de conceptos; puede pasar de la intuición a la operación. Esto “supone una diferencia cualitativa de carácter estructural y una modificación de la naturaleza de las capacidades cognitivas” (Herrera,Ayerra, 2018, clase 8).
Las operaciones se entienden como “un proceso de representación cognitiva caracterizado por ser una acción internalizada más allá de lo que se presenta perceptivamente, que da lugar a un pensamiento reversible y ordenado” (Herrera,Ayerra, 2018, clase 8). En esta propuesta, se fomenta la investigación e interiorización de un tema específico a través de una producción que ponga el juego ese conocimiento. Para lograrlo deberán dominar la conservación (comprender la invarianza de la realidad de las civilizaciones Precolombinas a pesar de que existan algunas deformaciones), la clasificación (establecer relaciones de pertenencia o exclusión sobre los aspectos de las sociedades) y seriación (establecer relaciones de orden, como la cronología de los hechos).
Se comprobará el logro operacional propiamente dicho una vez que tengan el dominio verbal sobre el razonamiento empleado para exponer las producciones que evidencian sus argumentos.
Por último, la planificación busca fomentar el paso al siguiente estadío: operacional abstracto. Si bien lo concreto no se deja de lado (siempre se trabaja de lo particular a lo general), se incluyen propuestas de pensamiento simbólico e ideas más abstractas sobre situaciones que no son de la realidad cotidiana de los alumnos. Este tipo de aprendizaje ofrecerá experiencias y ejercicios que favorecerán el desarrollo cognitivo de los alumnos.
Como conclusión, retomamos los aportes de enfoque cognitivo neovigotskyanos de Karmiloff Smith (citado en Herrera y Ayerra, 2018, clase 8): el aprendizaje escolar por dominios es motor del desarrollo cognitivo. Es decir que, el desarrollo intelectual de los sujetos no es independiente del aprendizaje escolar.

EN QUÉ MEDIDA RESULTA INCLUSIVA
En el marco de un modelo social de la discapacidad, que se va afianzando de manera progresiva, apuntamos a un paradigma inclusivo. Como explica Borsani, M. J. (2018), se considera que una discapacidad se genera cuando se enfrenta a las barreras sociales (tanto por prejuicios como por falta de herramientas de apoyo necesarias).
Se sostiene que la diversidad es parte de la naturaleza humana, por lo tanto, las personas deben estar incluidas desde sus diferencias y siempre poder ser plenamente partícipes con los apoyos necesarios. Las aulas siempre serán heterogéneas, ya que todas las personas tienen ritmos y estilos de aprendizaje diferentes.
Tanto la Lay N. 26.378 (artículo 24), como la resolución 311/16 del Consejo Federal de Educación, establecen que se debe garantizar una educación inclusiva y de calidad a todos. Por eso, esta propuesta provee el andamiaje y las estrategias necesarias para adecuarse a los alumnos, promueve la convivencia y la participación social, y no solo respeta, sino que además aprovecha la riqueza de las diferencias como recurso para la construcción y comprensión del conocimiento.
Esto se busca lograr desde la instancia inicial de planificación: se utiliza el Diseño Universal de Aprendizaje. Ronald Mace (1997) lo definió como el “diseño de productos, entornos y la comunicación que pueden utilizar todas las personas en la mayor medida posible, sin adaptación ni diseño especializado, independientemente de su edad, capacidad o condición de vida” (citado en Pastor, 2012, p.2).
Los tres principios que se utilizaron fueron los siguientes (siguiendo las pautas de Pastor, 2012, p.6):
1.      Proporcionar múltiples formas de representación (para desarrollar la red cerebral de reconocimiento)
La consigna se ofrece en diferentes lenguajes (Visual, Auditivo y Kinestésico), teniendo en cuenta los distintos estilos de aprendizaje. Para posibilitar el acceso y comprensión de todos a la información que se investiga, se incluyen las TIC como herramientas que ofrecen diversos modos de presentación, son muy versátiles (se puede transformar con facilidad a otros formatos), se puede marcar y posibilita las conexiones con otros contenidos (Pastor, 2012, p. 7,8). 
2.      Proporcionar múltiples formas de acción y expresión (para desarrollar la red cerebral estratégica)
Al contemplar que cada alumno tiene su estilo de aprendizaje, los alumnos son libres de elegir la modalidad con la que abarcar el tema, pero también desarrollarán aquellas que no son sus fuertes (con la ayuda de quienes sí lo dominan). Se brindarán diferentes medios para aplicar los contenidos (no habrá una sola respuesta posible) y comunicarlo al resto. Además, se ofrecerán guías para monitorear su progreso y se fomentará la reflexión grupal para orientar el cumplimiento de las metas.
3.      Proporcionar múltiples formas de motivación (para desarrollar la red de conexiones afectivas)
Como explica Silvia Schlemenson (2014), “el aprendizaje no compromete exclusivamente aspectos cognitivos, sino que define un tipo de trabajo subjetivo, en cuya dinámica singular cada sujeto interpreta el mundo de acuerdo con las experiencias afectivas que le resultaron históricamente cercanas y emotivas” (p.27-38).
Por eso se busca respetar los interes personales de los alumnos y despertar nuevos. Las producciones reflejan las modalidades de aprendizaje de cada alumno, y a la vez producen satisfacción cuando se valoran las diferencias. Se fomentará la autonomía tanto individual como en el trabajo colaborativo, variando los niveles de apoyo o desafío para incentivar el esfuerzo. La retroalimentación y la autoevaluación fvorecerán la reflexión para protagonizar el propio proceso y otorgarle un sentido significativo.
De este modo, algunas dificultades de aprendizaje o trastornos del neurodesarrollo estarían contempladas como parte integral del aula. Por ejemplo (basándonos en Herrera y Ayerra, 2018, clase 12):
·         Las instancias de creatividad, manualidades, construcción, innovación, procesamiento viso-espacial, o razonamiento tridimensional, darían lugar a que se destaquen los alumnos con Dislexia.
·         Las actividades cortas, en grupo, con tecnología, la libertad para elegir según los intereses y los momentos de acción y producción, podrían motivar a aprender a los alumnos con TDAH.
·         Los momentos individuales, los diferentes roles de un grupo, la libertad de modalidades y los diversos lenguajes para expresar los conocimientos permitirían que alumnos con Trastorno del Espectro Autista, Trastorno Específico del Lenguaje o motores, aporten al aprendizaje de todos con sus fortalezas.

CONCLUSIÓN
Para resumir, la propuesta se alinea con la teoría instruccional de aprendizaje por descubrimiento de Bruner (Arancibia, 2008, p. 95-101): permite que los alumnos descubran creativamente un mismo conocimiento desde sus diferentes intereses y formas de procesamiento, con el fin de alcanzar un aprendizaje significativo que genere motivación y confianza en uno mismo.
Pero, además, apunta a que profundicen la comprensión a partir del intercambio de experiencias, ampliando así sus estructuras y desarrollando más estrategias para enfrentarse a futuras situaciones. Cada uno aporta sus fortalezas a los demás, y toma las del resto para trabajar sus debilidades: la diversidad enriquece el aprendizaje.
Se propone generar las condiciones necesarias para crear un ambiente de aprendizaje significativo y reflexivo construido a partir de los aportes de cada individuo.
Adopta un rol muy importante en el aula el aprender a convivir y respetarse, así como la convivencia y la diversidad hacen a un mejor aprendizaje (Ianni, 2003).
Reitero; aprender a convivir y convivir para aprender.



BIBLIOGRAFÍA
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