miércoles, 12 de diciembre de 2018

Análisis pedagógico de innovaciones



Unidad Curricular: Pedagogía
Profesor: Micaela Manso, Sebastián Villar


Análisis de una propuesta pedagógica innovativa
1.      Programa SOLE (Self Organizing Learning Environments)
2.    Descripción:
SOLE es una forma de aprendizaje colaborativo mediante Internet: un espacio que se denomina “Laboratorio de Aprendizaje en la Nube.” Los estudiantes, con su curiosidad, se auto-organizan para aprender y avanzan en cooperación a través de preguntas complejas (atractivas y motivadoras) preparadas por los docentes (a veces formulada por ellos mismos). Luego se prepara la respuesta en distintas formas según como lo decidan o como se acordó.  Por último, el profesor cierra con afirmaciones que conectan los resultados de todas las investigaciones. Esta innovación puede adaptarse e implementarse en cualquier asignatura de cualquier nivel educativo, transformando un tema en una gran pregunta disparadora de  nuevos interrogantes. El docente no pierde su rol pero lo resignifica y su intervención es diferente pero importante. Es una oportunidad para que los alumnos “desarrollen sus capacidades de pensamiento, su creciente autonomía y su responsabilidad por su autoaprendizaje y el de sus compañeros” (Aguerrondo, 2017, p.3).
3.  Fin
La innovación intenta resolver la problemática del ingreso de la educación en una “esfera globalizante” (Brunner, 2001, p. 20) que a su vez implica un cambio de paradigma tecnológico que “transforma el paradigma bajo el cual se organiza la tarea social de educar” (Brunner, 2001, p.3). Como plantea Tiramonti, la escuela tiene “dificultades para afrontar el desafío de formar a las nuevas generaciones para actuar en un mundo en permanente mutación” (Tiramonti, 2017). Como consecuencia a este proceso, “el conocimiento deja de ser lento, escaso y estable” (Brunner, 2001, p.17) para estar en expansión y renovación permanente, “el establecimiento escolar deja de ser el canal único para entrar en contacto con el conocimiento e información” (Brunner, 2001, p.17), y el “profesor y el texto escrito dejan de ser soporte exclusivo de la comunidad educativa” (Brunner, 2001, p.17). Por lo tanto, se presenta la paradoja de “educar para lo desconocido” (David Perkins). Esto significa que el modelo debe modificarse para responder a “una cultura infinitamente plástica que no deja de transformarse” (Brunner, 2001, p.16), ya que la “educación es el espejo de la sociedad” (Brunner, 2001, p.4). El docente debe ser un guía, para hacer posible “la construcción del conocimiento sobre base de investigaciones y hallazgos de alumnos” (Tiramonti, 2017), con el fin de “formar sujetos capaces de interrogar el mundo en que les tocará vivir, posicionarse en él y construir en cooperación con otros” (Tiramonti, 2017).
4. Valoraciones y sugerencias de autores de la actualidad
Un aspecto a valorar es el aprendizaje significativo o “lifeworthy” que Perkins explica como “saberes que tengan altas chances de importar en las vidas de los alumnos” (Perkins). Reimers valoraría que se busca una “educación pertinente al contexto” (Reimers), más allá del conocimiento, de capacidades o competencias. Por ejemplo, capacidades cognitivas (creatividad), interpersonales (relacionarse, comunicar, liderar) o intra-personales (conocerse, establecer metas, reflexionar y aprender sobre experiencias). Al igual a como propone Reimers, esta innovación busca dar herramientas y empoderar a los estudiantes para ser “arquitectos de su propia vida y personas que puedan contribuir responsablemente al mejoramiento de sus comunidades y sociedades” (Reimers). Más concretamente, no apunta a que los alumnos incorporen los conocimientos que les da el docente, sino a que “puedan construir marcos conceptuales para interpretar la lluvia de información, resolver problemas complejos y tomas decisiones propias” (Furman, 2017), como sugiere Furman.
Otro aspecto de valor es el de la relación y rol del docente y el alumno. Por un lado, los estudiantes son considerados, como plantea Tiramonti, un “grupo que colectivamente y de forma colaborativa participa de manera activa en la producción del conocimiento a través del desarrollo de proyecto y resolución de problemas de la vida real” (Tiramonti, 2017). Por otro lado, el docente es un guía que debe “encender y mantener viva la chispa del aprendizaje” (Furman, 2017), como dice Furman, lo cual significa “hacer visibles los desafíos, las grandes preguntas, los problemas a resolver, las ideas centrales” (Tiramonti, 2017). De la misma manera, Arendt valoraría que el docente busca “acercarles nuestro mundo pero sin sacarle de sus manos la chance de aprender algo nuevo, algo impensado por nosotros, preparándolos para la tarea de renovar un mundo común” (Furman, 2017). Además, Dussel y Carusso están de acuerdo en que “transmitir es dejar espacio para que el otro haga otra cosa con nuestro saber (…) para que sea otro y no uno mismo” (Dussel, Carusso, 1999, p.1).
Por último, otro aspecto valorable es el de la implementación de la tecnología como medio de aprendizaje. Como explica Brunner, “las tecnologías son ‘procesos para ser desarrollados’ y no ‘herramientas para ser aplicados’ (…) Los usuarios están en condiciones de tomar control sobre aquellos y de producir nuevos bienes, servicios, ideas y aplicaciones” (Brunner, 2001, p.9). Esto incrementa las posibilidades de invención, recombinación y transmisión de nuevos contenidos. Podría decirse que en esta experiencia las tecnologías se convierten (como Girondo propone con el pupitre), en “un medio de transporte a otros mundos poniéndose en contacto con otros saberes y experiencias” (Dussel, Carusso, 1999, p.4)
Una sugerencia para seguir enriqueciendo esta innovación podría ser la incorporación del trabajo colaborativo “entre docentes de diversos campos disciplinares” (Aguerrondo, 2016, p.22), ya que solo se habla de la cooperación entre alumnos. Como sostiene Aguerrondo, en el trabajo conjunto se pueden “transferir saberes y prácticas de creatividad y lúdica hacia los docentes, para dejar en ellos nuevas capacidades instaladas” (Aguerrondo, 2016, p.2) que contribuyen a su propio aprendizaje. Esta sugerencia aportaría a “la formación y el desarrollo profesional permanente de quienes enseñan” (Aguerrondo, 2016, p.22), que es esencial en la educación.

5. Valoraciones y sugerencias de grandes pedagogos
Un aspecto a valorar de esta innovación es la posibilidad de trabajar en grupo. Freinet, por ejemplo, destaca la importancia de la “cooperación para construir el conocimiento de forma comunitaria” (Aguerrondo, 2005, p.73). De la misma manera, Dewey defiende el intercambio de experiencias entre alumnos ya que “la comunicación entre pares es el gran medio de aprendizaje” (Aguerrondo, 2005, p.51).  También Freire sostiene que “solo se puede aprender y comprender la realidad manteniendo una interacción” (Aguerrondo, 2005).
Otro aspecto valorable es el del rol docente. Este modelo es un perfecto ejemplo de la teoría de Montessori, quien hace énfasis en la autoeducación del alumno ya que “nacemos con la capacidad de enseñarnos a nosotros mismos” (Aguerrondo, 2005, p.55). Como ella sostiene, la tarea del profesor es “preparar motivaciones para actividades culturales, en un ambiente previamente organizado, y después abstenerse de interferir” (Aguerrondo, 2005, p.58). De la misma manera, Comenio apoya la idea de que “el docente debe plantear una incógnita para que los alumnos puedan resolverlo por sus propios medios” (Aguerrondo, 2005, p.33). Y además, “debe estar a la par de sus alumnos, no ser el único que sabe y que es capaz de ‘depositar’ conocimientos” (Aguerrondo, 2005, p.30).
Por último, otra valoración es el lugar que se le da a la investigación como medio de aprendizaje. Como sostiene Montessori, “los niños aprenden mejor por la experiencia directa de búsqueda y descubrimiento” (Aguerrondo, 2005, p.57). Freinet concordaría con esta experiencia ya que le da mucha importancia a la “educación activa entorno del alumno” (Aguerrondo, 2005, p.71). Asimismo, Freinet valora la producción del conocimiento por parte del alumno ya que “el aprendizaje resulta de una relación dialéctica entre acción y pensamiento, teoría y práctica” (Aguerrondo, 2005, p.72). Además, este proceso de autoaprendizaje y construcción del conocimiento mediante la investigación respeta la teoría de Comenio, quien plantea que “el aprendizaje  debe ser comprensivo, no memorístico” (Aguerrondo, 2005, p.3o).
Una sugerencia posible, es la inclusión de las familias en la experiencia de aprendizaje, para fomentar así una “relación más estrecha entre el adentro y el afuera del aula” (Aguerrondo, 2005, p.73) como propone Freinet. Freire explica que de esta manera se involucrarían  ayudando al niño y conociendo más su contexto escolar. A la vez, llevarían su contexto a la escuela lo cual contribuiría al trabajo docente.

6.      Bibliografía:
Ø  Joaquín Brunner, (2001). Educación: Escenarios de futuro. Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información.
Ø  Guillermina Tiramonti, (2017). Qué sujetos queremos formar. La Nación, lunes 13 de febrero de 2017.
Ø  David Perkins. Educar para lo desconocido. Video recuperado de: http://www.las400clases.org/formacion/videos/educar-para-lo-desconocido
Ø  Reimers. Enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI. Metas, políticas educativas y currículo en seis países. Video recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=E4GAOZUBwKs
Ø  Melina Furman (2017).  Una educación q nos prepare para la vida. Bastión Digital, 01-03-2017.
Ø  Dussel I., Carusso, M. (1999). La invención del aula una genealogía de las formas de enseñar Introducción: “De pedantes, pedagogos y aulas”. Santillana. Buenos Aires.
Ø  Aguerrondo, I., (2017). 10 innovaciones. Laboratorio de innovaciones Cippec.
Ø  Aguerrondo, I., (2005). Los grandes pensadores: Historia del pensamiento pedagógico occidental. (Capítulo 3).
Ø  Aguerrondo, I. y Tiramonti G, (2016). Proyecto educar 2050. Recuperado de: http://eva.uca.edu.ar/pluginfile.php/488177/mod_resource/content/2/Paper-Innovaci%C3%B3n-2016.pdf

7.       Reflexión personal
Antes pensaba que la educación seguiría así para siempre. Que, con alguna que otra modificación, persistiría por mucho tiempo más. Que la educación era algo personal. Que los alumnos eran los que no se responsabilizaban por aprender mejor y que los sectores vulnerables siempre están en desventaja. No creía posible cambiar el sistema entero.  Creía que la escuela era un paréntesis del mundo real y que enseñar algo distinto a contenidos curriculares era un “agregado”.
Ahora pienso que es fundamental que la escuela se adapte al mundo actual y se responsabilice por el aprendizaje de cada uno de sus alumnos, por más de que eso implique cambiar los hábitos o hacer un esfuerzo mayor. Es imposible aprender por uno mismo y todos estamos involucrados en el aprendizaje de los demás. La escuela debe preparar a los alumnos para vivir en el mundo en el cual está inserto por lo cual no puede ignorar la situación de sus alumnos, de su comunidad, y presentar desafíos y actividades irreales. Además, hay aptitudes y valores que son más importantes que cualquier contenido curricular. La escuela no debería ser una preparación para la Universidad, sino para la vida en un mundo común. Concuerdo con Furman, en que lo que va a determinar nuestro éxito futuro es aprender a aprender.





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