Unidad Curricular: Pedagogía
Profesor: Micaela Manso,
Sebastián Villar
Análisis de una propuesta pedagógica innovativa
1.
Programa SOLE (Self Organizing Learning Environments)
2. Descripción:
SOLE
es una forma de aprendizaje colaborativo mediante Internet: un espacio que se denomina
“Laboratorio de Aprendizaje en la Nube.” Los estudiantes, con su curiosidad, se
auto-organizan para aprender y avanzan en cooperación a través de preguntas
complejas (atractivas y motivadoras) preparadas por los docentes (a veces formulada
por ellos mismos). Luego se prepara la respuesta en distintas formas según como
lo decidan o como se acordó. Por último,
el profesor cierra con afirmaciones que conectan los resultados de todas las
investigaciones. Esta innovación puede adaptarse e implementarse en cualquier
asignatura de cualquier nivel educativo, transformando un tema en una gran
pregunta disparadora de nuevos
interrogantes. El docente no pierde su rol pero lo resignifica y su
intervención es diferente pero importante. Es una oportunidad para que los
alumnos “desarrollen sus capacidades de pensamiento, su creciente autonomía y
su responsabilidad por su autoaprendizaje y el de sus compañeros” (Aguerrondo,
2017, p.3).
3. Fin
La
innovación intenta resolver la problemática del ingreso de la educación en una
“esfera globalizante” (Brunner, 2001, p. 20)
que a su vez implica un cambio de paradigma tecnológico que “transforma el
paradigma bajo el cual se organiza la tarea social de educar” (Brunner, 2001,
p.3). Como plantea Tiramonti, la escuela tiene “dificultades para afrontar el desafío
de formar a las nuevas generaciones para actuar en un mundo en permanente mutación”
(Tiramonti, 2017). Como consecuencia a este proceso, “el conocimiento deja de
ser lento, escaso y estable” (Brunner, 2001, p.17) para estar en expansión y
renovación permanente, “el establecimiento escolar deja de ser el canal único
para entrar en contacto con el conocimiento e información” (Brunner, 2001, p.17),
y el “profesor y el texto escrito dejan de ser soporte exclusivo de la
comunidad educativa” (Brunner, 2001, p.17). Por lo tanto, se presenta la
paradoja de “educar para lo desconocido” (David Perkins). Esto significa que el
modelo debe modificarse para responder a “una cultura infinitamente plástica
que no deja de transformarse” (Brunner, 2001, p.16), ya que la “educación es el
espejo de la sociedad” (Brunner, 2001, p.4). El docente debe ser un guía, para
hacer posible “la construcción del conocimiento sobre base de investigaciones y
hallazgos de alumnos” (Tiramonti, 2017), con el fin de “formar sujetos capaces
de interrogar el mundo en que les tocará vivir, posicionarse en él y construir
en cooperación con otros” (Tiramonti, 2017).
4. Valoraciones y sugerencias de autores de la actualidad
Un aspecto a valorar es
el aprendizaje significativo o “lifeworthy” que Perkins explica como “saberes que
tengan altas chances de importar en las vidas de los alumnos” (Perkins).
Reimers valoraría que se busca una “educación pertinente al contexto” (Reimers),
más allá del conocimiento, de capacidades o competencias. Por ejemplo,
capacidades cognitivas (creatividad), interpersonales (relacionarse, comunicar,
liderar) o intra-personales (conocerse, establecer metas, reflexionar y
aprender sobre experiencias). Al igual a como propone Reimers, esta innovación
busca dar herramientas y empoderar a los estudiantes para ser “arquitectos de
su propia vida y personas que puedan contribuir responsablemente al
mejoramiento de sus comunidades y sociedades” (Reimers). Más concretamente, no
apunta a que los alumnos incorporen los conocimientos que les da el docente,
sino a que “puedan construir marcos conceptuales para interpretar la lluvia de
información, resolver problemas complejos y tomas decisiones propias” (Furman,
2017), como sugiere Furman.
Otro aspecto de valor es
el de la relación y rol del docente y el alumno. Por un lado, los estudiantes
son considerados, como plantea Tiramonti, un “grupo que colectivamente y de
forma colaborativa participa de manera activa en la producción del conocimiento
a través del desarrollo de proyecto y resolución de problemas de la vida real”
(Tiramonti, 2017). Por otro lado, el docente es un guía que debe “encender y
mantener viva la chispa del aprendizaje” (Furman, 2017), como dice Furman, lo
cual significa “hacer visibles los desafíos, las grandes preguntas, los
problemas a resolver, las ideas centrales” (Tiramonti, 2017). De la misma
manera, Arendt valoraría que el docente busca “acercarles nuestro mundo pero
sin sacarle de sus manos la chance de aprender algo nuevo, algo impensado por
nosotros, preparándolos para la tarea de renovar un mundo común” (Furman, 2017).
Además, Dussel y Carusso están de acuerdo en que “transmitir es dejar espacio
para que el otro haga otra cosa con nuestro saber (…) para que sea otro y no
uno mismo” (Dussel, Carusso, 1999, p.1).
Por último, otro aspecto valorable
es el de la implementación de la tecnología como medio de aprendizaje. Como
explica Brunner, “las tecnologías son ‘procesos para ser desarrollados’ y no ‘herramientas
para ser aplicados’ (…) Los usuarios están en condiciones de tomar control
sobre aquellos y de producir nuevos bienes, servicios, ideas y aplicaciones”
(Brunner, 2001, p.9). Esto incrementa las posibilidades de invención,
recombinación y transmisión de nuevos contenidos. Podría decirse que en esta
experiencia las tecnologías se convierten (como Girondo propone con el pupitre),
en “un medio de transporte a otros mundos poniéndose en contacto con otros
saberes y experiencias” (Dussel, Carusso, 1999, p.4)
Una
sugerencia para seguir enriqueciendo esta innovación podría ser la
incorporación del trabajo colaborativo “entre docentes de diversos campos
disciplinares” (Aguerrondo, 2016, p.22), ya que solo se habla de la cooperación
entre alumnos. Como sostiene Aguerrondo, en el trabajo conjunto se pueden “transferir
saberes y prácticas de creatividad y lúdica hacia los docentes, para dejar en
ellos nuevas capacidades instaladas” (Aguerrondo, 2016, p.2) que contribuyen a
su propio aprendizaje. Esta sugerencia aportaría a “la formación y el
desarrollo profesional permanente de quienes enseñan” (Aguerrondo, 2016, p.22),
que es esencial en la educación.
5. Valoraciones y sugerencias de grandes pedagogos
Un aspecto a valorar de
esta innovación es la posibilidad de trabajar en grupo. Freinet, por ejemplo,
destaca la importancia de la “cooperación para construir el conocimiento de
forma comunitaria” (Aguerrondo, 2005, p.73). De la misma manera, Dewey defiende
el intercambio de experiencias entre alumnos ya que “la comunicación entre
pares es el gran medio de aprendizaje” (Aguerrondo, 2005, p.51). También Freire sostiene que “solo se puede
aprender y comprender la realidad manteniendo una interacción” (Aguerrondo,
2005).
Otro aspecto valorable es
el del rol docente. Este modelo es un perfecto ejemplo de la teoría de
Montessori, quien hace énfasis en la autoeducación del alumno ya que “nacemos
con la capacidad de enseñarnos a nosotros mismos” (Aguerrondo, 2005, p.55).
Como ella sostiene, la tarea del profesor es “preparar motivaciones para
actividades culturales, en un ambiente previamente organizado, y después
abstenerse de interferir” (Aguerrondo, 2005, p.58). De la misma manera, Comenio
apoya la idea de que “el docente debe plantear una incógnita para que los
alumnos puedan resolverlo por sus propios medios” (Aguerrondo, 2005, p.33). Y
además, “debe estar a la par de sus alumnos, no ser el único que sabe y que es
capaz de ‘depositar’ conocimientos” (Aguerrondo, 2005, p.30).
Por último, otra valoración
es el lugar que se le da a la investigación como medio de aprendizaje. Como
sostiene Montessori, “los niños aprenden mejor por la experiencia directa de
búsqueda y descubrimiento” (Aguerrondo, 2005, p.57). Freinet concordaría con
esta experiencia ya que le da mucha importancia a la “educación activa entorno
del alumno” (Aguerrondo, 2005, p.71). Asimismo, Freinet valora la producción
del conocimiento por parte del alumno ya que “el aprendizaje resulta de una
relación dialéctica entre acción y pensamiento, teoría y práctica” (Aguerrondo,
2005, p.72). Además, este proceso de autoaprendizaje y construcción del
conocimiento mediante la investigación respeta la teoría de Comenio, quien
plantea que “el aprendizaje debe ser
comprensivo, no memorístico” (Aguerrondo, 2005, p.3o).
Una sugerencia posible, es la inclusión de las
familias en la experiencia de aprendizaje, para fomentar así una “relación más estrecha entre el adentro y el afuera del aula” (Aguerrondo,
2005, p.73) como propone Freinet. Freire explica que de esta
manera se involucrarían ayudando al niño y conociendo más su contexto
escolar. A la vez, llevarían su contexto a la escuela lo cual contribuiría al
trabajo docente.
6. Bibliografía:
Ø Joaquín
Brunner, (2001). Educación: Escenarios de
futuro. Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información.
Ø Guillermina
Tiramonti, (2017). Qué sujetos queremos
formar. La Nación, lunes 13 de febrero de 2017.
Ø David
Perkins. Educar para lo desconocido. Video
recuperado de: http://www.las400clases.org/formacion/videos/educar-para-lo-desconocido
Ø Reimers.
Enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI. Metas,
políticas educativas y currículo en seis países. Video recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=E4GAOZUBwKs
Ø Melina
Furman (2017). Una educación q nos prepare para la vida. Bastión
Digital, 01-03-2017.
Ø Dussel
I., Carusso, M. (1999). La invención del
aula una genealogía de las formas de enseñar Introducción: “De pedantes,
pedagogos y aulas”. Santillana. Buenos Aires.
Ø Aguerrondo,
I., (2017). 10 innovaciones. Laboratorio
de innovaciones Cippec.
Ø Aguerrondo,
I., (2005). Los grandes pensadores:
Historia del pensamiento pedagógico occidental. (Capítulo 3).
Ø Aguerrondo,
I. y Tiramonti G, (2016). Proyecto educar
2050. Recuperado de: http://eva.uca.edu.ar/pluginfile.php/488177/mod_resource/content/2/Paper-Innovaci%C3%B3n-2016.pdf
7. Reflexión personal
Antes
pensaba que la educación seguiría así para siempre. Que, con
alguna que otra modificación, persistiría por mucho tiempo más. Que la
educación era algo personal. Que los alumnos eran los que no se
responsabilizaban por aprender mejor y que los sectores vulnerables siempre
están en desventaja. No creía posible cambiar el sistema entero. Creía que la escuela era un paréntesis del
mundo real y que enseñar algo distinto a contenidos curriculares era un
“agregado”.
Ahora
pienso que es fundamental que la escuela se adapte al mundo
actual y se responsabilice por el aprendizaje de cada uno de sus alumnos, por más
de que eso implique cambiar los hábitos o hacer un esfuerzo mayor. Es imposible
aprender por uno mismo y todos estamos involucrados en el aprendizaje de los
demás. La escuela debe preparar a los alumnos para vivir en el mundo en el cual
está inserto por lo cual no puede ignorar la situación de sus alumnos, de su
comunidad, y presentar desafíos y actividades irreales. Además, hay aptitudes y
valores que son más importantes que cualquier contenido curricular. La escuela
no debería ser una preparación para la Universidad, sino para la vida en un
mundo común. Concuerdo con Furman, en que lo que va a determinar nuestro éxito
futuro es aprender a aprender.
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