miércoles, 12 de diciembre de 2018

Herramientas psicológicas para el docente


Unidad Curricular: Psicología Educacional
Fecha: 
HERRAMIENTAS DENTRO DE LA MOCHILA DEL DOCENTE

1.   LA ALFOMBRA DE IDEAS

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Materiales: un espacio en el aula en el que se pueda poner una alfombra de un tamaño que permita que todos los alumnos se reúnan, una linterna por persona y un peluche (en el caso que haga falta guiar una compartida).

Implementación: Se ofrecerá a los alumnos un espacio que promueva el pensamiento y la creatividad. Los alumnos sabrán que cuando las actividades se lleven a cabo en este lugar, podrán ponerse cómodos y se dedicarán exclusivamente a poner en acción su mente. Podría utilizarse, por ejemplo, antes de elaborar un producto, comenzar un proceso de escritura o para presentar un desafío a resolver. Se deberá ofrecer una primera instancia de reflexión y una segunda instancia de compartida. Para poner en común las ideas, los alumnos que quieran participar encenderán sus linternas. La docente guiará la toma de palabra otorgando el peluche por turnos.

Fundamentación: En primer lugar, esta propuesta hace hincapié en la creación de un ambiente propicio para el aprendizaje. El conductismo demostró que la conducta está sujeta a variables ambientales por lo que el objetivo es transformar los estímulos para que se generen respuestas positivas. Wolpe explica el principio de contigüidad, donde explica que todo estímulo es seguido por una respuesta, y su repetición va a tender a que se mantenga esta respuesta (Guthrie), que puede aplicarse para reducir la ansiedad. Con esta herramienta se intenta relajar a los alumnos para liberar tensión y/o ansiedad y dar lugar al pensamiento creativo. Si bien sabemos que el estímulo no es la única causa de la respuesta, consideramos que no deja de ser importante cuidar las condiciones del ambiente para construir un clima de aprendizaje.
En conclusión, esta herramienta será de utilidad para movilizar los conocimientos previos y así poder empezar a ponerlos en acción. Le permitirá al docente hacer un diagnóstico del nivel real de los alumnos, para saber desde dónde partir y lograr así un aprendizaje significativo. Esto significa, según Ausubel, que los alumnos puedan relacionar e integrar la nueva información con las estructuras de conocimiento que poseían previamente. En otras palabras, la estructura de los conocimientos previos condiciona los nuevos conocimientos y experiencias, y estos, a su vez, modifican y reestructuran aquellos. Luego de esto podrá también la zona de desarrollo potencial del alumno (aquello que podrá lograr con la ayuda de un adulto u otro alumno). El constructivismo lo explicaría como la reconstrucción de los esquemas mentales previos.



2.   BUZÓN DE RETROALIMENTACIÓN

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Ficha de retroalimentación
De:
Para:
Motivo/Tema:
Feedback
Valoro...
Sugiero...
Me pregunto...





Materiales: Un sobre que actúa de buzón colgado en los bancos/casilleros y fichas pre-hechas de retroalimentación.

Implementación: Tanto el docente como los alumnos ofrecerán un canal abierto y accesible de comunicación para posibilitar una retroalimentación permanente. En cualquier momento, cualquiera podrá aportar su mirada al otro, manteniendo un marco de guía con la ficha de retroalimentación.

Fundamentación: Los alumnos no pueden ser evaluadas por sus productos en un momento dado, bajo ciertas circunstancias y que estas respuestas sean rotuladas como medida de sus capacidades. Es por esto por lo que sostenemos que la evaluación formativa es un proceso clave para la construcción del aprendizaje. Paul Black y Dylan William (1998), hablan de “formative assessment” y la definen como “Un proceso para recabar información con el fin de revisar y modificar la enseñanza y el aprendizaje en función de las necesidades de los alumnos y los logros que se propone para alcanzar: (…).  Por medio de ella, reconocemos aquello que aparece como un obstáculo para que los alumnos realicen sus tareas y, al mismo tiempo, podemos diseñar estrategias para ayudarlos a superarlos.

El objetivo de la evaluación formativa es ofrecer orientaciones y sugerencias a cada uno de los estudiantes durante el proceso de aprendizaje, con el propósito de mejorar algún aspecto de ese proceso.” Como bien explican los autores, a través de esta evaluación podemos saber, hacia dónde vamos, dónde estamos ahora, y cómo podemos seguir avanzando. La evaluación, junto con la retroalimentación, no son elementos estáticos que se dan esporádicamente. Por lo contrario, deben darse de manera dinámica y constante, tanto oral como escrita, entre los pares o con la docente.

La retroalimentación les permite a los alumnos fomentar su metacognición. Entendemos la metacognición como un proceso de autoevaluación de la propia vida interna, para conocer nuestras propias potencialidades y las deficiencias. A partir del intercambio con la docente, o con pares, el alumno reflexiona acerca de su desempeño y se plantea preguntas.

La teoría cognitivista de Gagné pone especial énfasis en la importancia de lo retroalimentación o feedback, diferenciándola de un simple refuerzo. Mientras que los refuerzos solo premian o castigan según la respuesta, el feedback tiene en cuenta los procesos mentales de cada uno, y brinda un espacio de reflexión para valorar, sugerir y repensar, dando la oportunidad de mejorar el trabajo, pero, sobre todo, construir su aprendizaje.




  1. PALETA DE INTELIGENCIAS MÚLTIPLES:

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Materiales: Una imagen gráfica que permita visualizar las diferentes inteligencias.

Implementación: Este dispositivo recordará a los alumnos las distintas variantes con las que pueden demostrar la comprensión de un tema según las diferentes inteligencias. Por ejemplo, podría emplearse con la consigna de: realizar un producto creativo que dé cuenta de lo trabajado en la unidad. Se organizarían grupos según sus inteligencias dominantes o de preferencia para que el producto sea acorde a ésta. La puesta en común brindaría una consolidación del conocimiento desde distintos puntos de acceso.

Fundamentación: Estamos acostumbrados a pensar que es inteligente aquel alumno que es bueno en matemática, que escribe sin faltas de ortografía, que tiene buena memoria. Pero, en realidad, si tenemos en cuenta que la inteligencia es “un set de habilidades y procesos cognitivos que permite hacernos un sentido del mundo y usar la información creativamente para enfrentar nuevos desafíos, es decir, la habilidad para aprender de la experiencia” (Feuerstein, 1980), esos no son los únicos inteligentes.

Gardner (1983) propone que la inteligencia es la habilidad, o un conjunto de habilidades, que le permiten al individuo resolver problemas y proponer productos apropiados a uno o más contextos culturales. Además de esto, él establece que los seres humanos poseemos ocho inteligencias, que son distintas formas de razonamiento y pensamiento, que se asocian a distintos sistemas simbólicos, o valores culturales. Ellas son la lógico-matemática, lingüístico-verbal, musical, corporal-kinestésica, naturalista, intrapersonal, interpersonal y visual-espacial, las cuales vamos desarrollando a medida que las ejercitamos.

Es por esto por lo que todo alumno puede ser inteligente, en la medida en que desarrolle la gama de inteligencias y habilidades existentes y que descubra cuál le es más fácil o natural. Un tema escolar puede ser aprendido de varias maneras, según cómo se lo encare y según la actividad propuesta. Además, es importante que el alumno se sienta motivado e interesado por el tema o por la actividad, y por eso las inteligencias múltiples cumplen un rol esencial.

Creemos que un docente debe tener siempre en cuenta la paleta de inteligencias múltiples para que, como un pintor utiliza todos los colores para hacer un cuadro perfecto, él procure un aprendizaje perfecto en sus alumnos a través de las 8 inteligencias múltiples. Cada persona es más propensa a algunas inteligencias por sobre otras, por eso es importante reforzar las que ya tenemos más desarrolladas, como también ejercitar y dar cabida a las que cuestan un poco más. La paleta de inteligencias múltiples la puede utilizar tanto para planificar actividades diversas, como para presentarla a los alumnos y que ellos encaren un tema de la manera que elijan.




  1. FRASCO DE ROLES

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Materiales: Frasco de vidrio y distintos papelitos para meter dentro.

Implementación: Al trabajar en grupos, la docente repartirá el frasco de los roles a cada equipo. El frasco estará vacío, pero tendrá tiras de papel con distintos roles escritos. Los roles serán:                                                                                                              
     Supervisor: Es quien monitorea a los miembros del grupo en la comprensión del tema de discusión y detiene el trabajo cuando algún miembro del grupo requiere aclarar dudas. Lleva el consenso preguntando si todos están de acuerdo, si se desea agregar algo más, si están de acuerdo con las respuestas que se han dado hasta el momento.         
     Cuestionacoco: Es quien cuestiona las ideas o conclusiones ofreciendo alternativas diferentes a las planteadas por el grupo, es quien duda de que si lo planteado funcionará o si las conclusiones presentadas por el grupo puedan ser realmente válidas.     
     Motivador: Es quien se asegura que todos los integrantes del grupo tengan la oportunidad de participar en el trabajo y elogia a los participantes por sus contribuciones.                                             
     Administrador de materiales: Es quien provee y organiza el material necesario para las tareas y proyectos.                                     
     Secretario: Es quien toma notas durante las juntas de grupo y se asegura que la información sea clara para todos, leyendo y retroalimentando.                             
     Controlador de tiempo: Es quien monitorea el progreso del grupo en el tiempo y controla que el grupo trabaje acorde a estándares de límites establecidos de tiempo para terminar a tiempo sus actividades.
Antes de empezar a trabajar, sacarán papelitos al azar. Durante el trabajo propuesto deberán cumplir sus roles.

Fundamentación: Los educandos, muchas veces, aprenden más efectiva y significativamente trabajando en equipo. Trabajando cooperativamente. El trabajo cooperativo implica trabajar de forma conjunta para lograr una serie de objetivos compartidos. En este punto ya no hablamos de logros individuales o de la lucha por ser el primero, los alumnos van a tener que buscar resultados, no solo beneficiosos para sí mismos, sino que, al mismo tiempo, van a tener que ser beneficiosos para todo el grupo. Pero no sirve sólo con eso, sino que también es necesario del trabajo colaborativo, ya que nos habla de un proceso colectivo desde el inicio, donde todos intervienen conjuntamente en la realización de la tarea. Diferenciación horizontal, y no vertical. 

El trabajo al contar con distintos roles, los alumnos deberán tener una coordinación de acciones y consenso, pautado por el que tenga el rol de “motivador”. Contarán con simetría en la participación, y repartición equilibrada del tiempo disponible.

Este tipo de trabajo optimiza el proceso de aprendizaje. El alumno toma las riendas del mismo camino hacia el conocimiento, se pone en un rol sumamente activo, reduciendo la dependencia al docente y su estado pasivo de recibimiento de información. El alumno se hace cargo del proceso, teniendo que cumplir en equipo un mismo objetivo.

En el trabajo en grupo, los alumnos enriquecen sus ideas y saberes. Van aprendiendo de un otro, así como otros de ellos. El aprendizaje colaborativo da una forma de construcción social del conocimiento. Los estudiantes se apoyan mutuamente para cumplir un doble objetivo: lograr ser expertos en el conocimiento del contenido y desarrollar habilidades de trabajo en equipo.

Aprender a trabajar en equipo les ofrecerá no sólo aquel “aprendizaje significativo” al que llegarán, sino que ciertas habilidades y valores que irán dejando rastros para el futuro. Es un aprendizaje mucho más abarcativo que el del puro conocimiento. Cuentan con cierta responsabilidad individual por los roles a cumplir y también aquella libertad de organización para poder llegar a un objetivo planteado. Este proceso asegura los esfuerzos para el aprendizaje de lo propuesto.
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  1. SUPER- PENSAMIENTO:

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Materiales: anteojos de papel para cada alumno, capas de superhéroe. 

Implementación: Se establecerán momentos en los que los alumnos se colocarán sus antifaces para convertirse en super-pensadores. Este espacio consta de una primera instancia de reflexión a partir de una rutina de pensamiento y una posterior compartida de los pensamientos surgidos para hacerlos visibles escribiéndolos en las capas de super-pensadores (puede utilizarse una diferente para cada categoría de la rutina).

Fundamentación: El objetivo es lograr que la estrategia de pensamiento visible se vuelva una rutina motivante para promover tipos específicos de pensamiento y gestionar las interacciones estableciendo reglas de la comunicación y el discurso. 

Como futuros docentes, creemos que es imprescindible otorgar un momento de reflexión luego de realizar una actividad, un trabajo grupal, una lectura, o cualquier tarea que involucra las funciones cognitivas. La idea de que cada alumno tenga una capa para cada rutina de pensamiento, y que esta sea la misma durante el año, permite al docente y al alumno, ver de manera clara los avances en los pensamientos y las reflexiones.

Este material lo pensamos atractivo para niños de primer ciclo, donde se cree -casi- imposible “hacerlos pensar”. En el texto de “50 innovaciones educativas para escuelas” de Aguerrondo, Anijovich, Furman, Libedinsky, Maggio, y Vota (2017), los autores subrayan la importancia de “fomentar el pensamiento profundo en niños de jardín de infantes hasta el final de la secundaria” (Página 83). En inicial y primer ciclo, debemos comenzar con preguntas simples combinadas con juegos que logren atraer al alumno. Es a través de lo lúdico donde los niños construyen La pedagogía crítica expresa que se aprende en la actividad y no en la quietud.

Así como sabemos que los niños aprender un contenido a través de una participación actividad, también se aprende a pensar poniéndose en movimiento. Así mismo, no hace falta estar constantemente pensando rutinas innovadoras, ya que pueden repetirse, y además con simples preguntas podemos profundizar el pensamiento. Por ejemplo: “¿Qué te hace decir eso?” “¿De qué manera llegaste a esa respuesta?”, entre otras.

En un segundo momento, se propone una compartida de los pensamientos. El mismo valor que se lo otorga al momento de pensamiento y reflexión, se debe otorgar al momento de compartida. Es muy enriquecedor, que los alumnos escuchen las reflexiones de sus pares, vean la diversidad de pensamientos y reflexionen acerca de lo que dicen sus compañeros.

Sostenemos que es de suma importancia que todos los maestros tengan en su “caja de herramientas” rutinas de pensamiento, diversas, claras y concisas, aplicables desde los primeros años de la primaria hasta los últimos. Si uno comienza a reflexionar y hacer visible el pensamiento desde la primera infancia, al final de la escolaridad habremos ayudado a formar alumnos con pensamiento crítico, por demás reflexivos: alumnos que aprendieron a pensar.

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