miércoles, 12 de diciembre de 2018

Análisis de la película INTENSAMENTE



Profesores: Dra. Adriana Napque y Lic.  María Inés Herrera
Unidad curricular: Sujetos de aprendizaje II
Fecha: 29/05/2018

 Análisis de la película  INTENSAMENTE

1) Argumento de la película: Se presentará la trama argumental del film

La película transcurre en dos planos paralelos, en primer lugar, en el desarrollo de la vida de una niña llamada Riley Anderson. En segundo lugar, y más importante, lo que va ocurriendo en el interior de su mente, es decir,  cómo están organizadas sus emociones y de qué manera repercuten en su accionar cotidiano.
Estas emociones están representadas a través de cinco personajes, estos son, Alegría , Tristeza, Temor, Desagrado y Furia. La mente está representada por un “centro de control”, donde las emociones trabajan conjuntamente y se almacenan los recuerdos centrales; diferentes “islas de personalidad” las que representan aspectos fundamentales de Riley y están relacionadas a los recuerdos centrales; el “Laberinto de Recuerdos”, donde los recuerdos diarios se guardan, lo que representa la memoria largo plazo; y por último el pozo de los recuerdos olvidados.
Riley era una niña alegre, que disfrutaba mucho de su vida, y esto cambió cuando sus padres le dijeron que debían mudarse por el trabajo del papá. Mientras tanto, en su cabeza, Alegría y Tristeza discuten ya que la primera acusa a su compañera de tocar los recuerdos felices de Riley transformándolos en tristes. Es así, que tiran los recuerdos centrales. En el intento de salvarlos, son enviadas a la memoria largo plazo. Esto es lo que desencadena el desorden emocional en la niña ya que solamente quedan a cargo de las reacciones de Riley Temor, Desagrado y Furia.
Tristeza y Alegría, luego de realizar un camino largo y difícil por la memoria a largo plazo, logran volver al centro de control con la ayuda del olvidado amigo imaginario de Riley, Bing Bong. Finalmente descubren que Tristeza no es del todo negativa, porque tiene la capacidad de lograr cosas diferentes en el humano. Las emociones se dan cuenta que deben trabajar conjuntamente para encontrar el balance entre ellas, se necesita un trabajo paralelo entre los polos opuestos; es así cuando los recuerdo de Riley pasan a ser bicolores, porque la emociones logran controlar su vida juntas.


2) Desarrollo: Se intentará mostrar discursivamente cómo se ha  ido comprendiendo e interpretando la película de acuerdo con el marco teórico estudiado en la unidad temática 2.
   Algunas preguntas disparadoras del análisis:
-Mencionen las distintas emociones que se presentan y explica qué cuestiones de la vida de Riley las despierta. 
-Seleccionen escenas de la película donde se refleje la regulación emocional. 
-¿Por qué creen que podría ser difícil para Riley la mudanza a esa edad? ¿Cuáles son las preocupaciones de Riley?

La película Intensamente se caracteriza por mostrar simultáneamente, cómo se va desarrollando la vida externa e interna de Riley, una niña de 11 años. De este modo, podemos ver a lo largo de la misma, cómo se relaciona el orden interpsicológico o social, con el orden intrapsicológico o individual de una persona. Pero, en esta interacción, no solo entra en juego su historia y su entorno, sino también, en el caso de la protagonista, la adolescencia como etapa evolutiva que está atravesando o por atravesar.
Para comenzar, podemos destacar que la película pone en evidencia el paradigma de la complejidad de la persona. Es decir, que en nuestra conformación y desarrollo, entran en interacción las emociones, los sentimientos, la propia historia y la memoria. La mente de Riley se va estructurando a partir de lo vivenciado, por cómo va almacenando sus recuerdos y la importancia de los mismos de acuerdo a su estado de ánimo, los ejemplos de estímulos que despiertan sus distintos sentimientos y por cómo decide actuar en consecuencia. Estos están en constante diálogo en el transcurso de la vida de la protagonista, es decir, no son factores independiente, por lo contrario, están íntimamente relacionados entre sí.
A pesar del entrelazamiento de dichos factores, es posible distinguir los tres planos en los que se despliega el desarrollo de la niña. Éstos son, el plano intrasubjetivo, entendido como la mente de Riley, en la que va desarrollando su libertad, la memoria, las emociones y la regulación de las mismas; el plano intersubjetivo, que hace alusión al vínculo con otros, es decir, su relación con sus padres, con su mejor amiga y con su equipo de hockey; y el plano transubjetivo, aquel que pone de manifiesto que todo individuo está atravesado por las características de una cultura que incide sobre sí mismo.
En relación al plano intrasubjetivo, el film muestra de qué manera las emociones determinan la percepción del mundo, los recuerdos del pasado y las decisiones que tomamos, permitiendo (o no) la adaptación a las distintas situaciones. Podemos notarlo en la pantalla y la mesa de comando que tienen las emociones, a través de la cual observan el mundo exterior y van manejando las reacciones de Riley ante diferentes sucesos. Es así que la percepción y tipo de respuesta de los estímulos externos depende de la emoción que haya tomado el control, brindando su connotación tanto a los sentimientos y comportamiento de la protagonista, como al nuevo recuerdo creado. Además, dichas emociones tienen el poder de traer al pensamiento de la niña, recuerdos del pasado. La primer emoción en aparecer es Alegría; que surge como consecuencia de aquellas cuestiones de la vida de Riley que le gustan, que quiere, que la beneficia o favorece. Entre ellas, podemos nombrar el momento en que, recién nacida, la niña percibe el cariño de sus padres en las primeras palabras que le dirigen. Esta emoción manifiesta diversión, euforia, sensación de bienestar y de seguridad. Al principio es la que dirige al resto y controla en mayor medida la percepción de la protagonista y su comportamiento. Aunque en el transcurso de la película, se irá dando cuenta que necesita de las otras emociones para lograr una actitud aceptable en la niña. La segunda emoción que se despierta es Tristeza; tan sólo unos segundos después del nacimiento de la niña, cuando empieza a llorar. Toma posición en Riley, cuando por ejemplo se le rompe un peluche, se le cae el helado al piso, o la llevan a donde no quiere. Manifiesta pena, soledad y pesimismo. Generalmente indica un estado de ánimo negativo. Luego, aparece Temor. Es la emoción encargada de mantener a la niña a salvo de posibles amenazas, como en el momento en el que Riley, siendo aún una infante, corre por su casa y se encuentra con un cable enchufado que le estorba el camino. También, actúa en las pesadillas de la niña, despertándola en modo de defensa. Desagrado es otra de las emociones que se presenta. Ella manifiesta disgusto y rechazo; y defiende así a la persona de lo que le molesta o agrede. Actúa, por ejemplo, ante el acercamiento de brócoli a la boca de Riley, al percibirlo con una apariencia poco tentadora; como en la primera impresión que tiene al llegar a su casa nueva; y en relación a cuestiones sociales. La quinta y última emoción presente en la niña es Furia. Despertada, por ejemplo, en ocasiones en que le exigen o prohíben algo que no quiere, manifiesta rabia, enfado, resentimiento o ira. Éste es el caso del momento en que su padre le prohíbe comer postre si no comió toda la comida, o su reacción durante una cena familiar en su nuevo hogar. Así, Furia brinda agresividad y fuerza momentánea desmedida que permite salir de muchas situaciones embarazosas y/o destruir el objeto causante (Pallarés, 2010).
Por otro lado, en cuanto al plano intersubjetivo de desarrollo, la película refleja con claridad cómo el vínculo con los otros permite un desarrollo y estructuración del plano intrasubjetivo de la niña. Pues, son las experiencias sociales aquellas que van estructurando su personalidad; o como explica Alegría, “lo que hace que Riley sea Riley”. Ambos planos, interactúan entre sí constantemente. Esto se lo puede ver, cuando al inicio del film, se van constituyendo las distintas “islas de personalidad”, potenciadas por los recuerdos centrales de la vida de la protagonista. De este modo, se explica que las vivencias más importantes de la niña, dan lugar a una característica de su personalidad. Por ejemplo, la experiencia y el recuerdo de cuando anotó su primer gol en Hockey y festeja con sus padres, genera la “isla de hockey”. También posee una isla de bromas, otra de la amistad, de la honestidad y de la familia.
De esta forma, Riley crece como una niña alegre y feliz. Pues, Alegría es la emoción que controla mayormente sus reacciones y su percepción del mundo. Pero las cosas comienzan a desestabilizarse, cuando su entorno familiar y conocido se modifica. Riley, habiendo vivido desde pequeña en un pueblo llamado Minnesota, se muda a la gran ciudad de San Francisco, donde debe adaptarse a una nueva casa, una nueva escuela y a un nuevo equipo de hockey. Aquí, podemos percibir cómo afecta el plano transubjetivo del desarrollo en el orden individual y social del desarrollo de la protagonista. La mudanza, y todo lo que ello implica, se le presenta como una dificultad que la obligará a reestructurar su mente y su personalidad. Ya dejaría de ser la niña alegre y buena, para convertirse en una adolescente que no entiende bien lo que le sucede, y que le cuesta poder expresarse adecuadamente con su entorno.
En un primer momento, tras la llegada a la nueva casa, se visualiza una mezcla de emociones en el interior de Riley. Todas ellas pelean por tomar el control, sin embargo, la alegría busca prevalecer logrando que la niña vea su nueva situación desde una perspectiva agradable y divertida. Así, tienen lugar dos momentos en los que se refleja la regulación emocional de la niña. Esta se define como la destreza de las personas y el proceso deliberado que requiere esfuerzo para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás de manera voluntaria. [1]El primero, ocurre cuando. siendo capaz de reconocer los sentimientos de estrés de sus padres (por la tardanza del camión de mudanza), Riley actúa en consecuencia para modificar su expresión y el impacto sobre su comportamiento. Con su palo de hockey y un papel abollado, desafía a sus padres a jugar en el living vacío de la vivienda para que olviden su enojo y nerviosismo. El segundo, se da unos minutos después cuando ante la pronta e inesperada partida de su padre a la oficina, Riley, percibiendo su tristeza y enojo, los deja de lado y le propone a su mamá ir a comer pizza. Las emociones de Riley se logran balancear para poder adaptarse de una manera adecuada a situaciones nuevas, logra resolver problemas que se le presentan causándole un conflicto interior.
Sin embargo, algo ocurre con Tristeza. Las demás emociones hacen un gran esfuerzo por reprimirla; pero ella no puede contenerse, ni controlarse: toca los recuerdos alegres de Riley tiñéndose con una connotación de añoranza, de pena. De hecho, en este momento de la vida de la niña, se transforma un recuerdo central alegre, en uno triste. Sorprendida, Alegría intenta deshacerse de dicho recuerdo a pesar de la resistencia de Tristeza. Así comienza el conflicto mayor entre las emociones: no se ponen de acuerdo, y en consecuencia, todos los recuerdos centrales terminan siendo enviados al “Laberinto de Recuerdos” junto con Alegría y Tristeza.
En el camino de vuelta al cuartel central, Alegría intenta preservar los recuerdos centrales por sobre todo, incluso sobre la misma Tristeza. Ella quiere que Riley sea feliz por sobre todas las cosas. Pero en el trayecto, se da cuenta de lo importante que es la función de Tristeza, y de las demás emociones. Comienza a entenderlo en el momento en que Tristeza acompaña y consuela a Bing-Bong, dándole su espacio para expresarse y entender lo que siente, y así poder seguir camino. Luego, lo comprende cuando ve que previo al recuerdo alegre de Riley del festejo con su familia y su equipo de hockey, ésta se sentía triste. Ese sentimiento fue el que dió lugar al acercamiento de sus seres queridos y al disfrute y la alegría posterior. En estos casos, la tristeza dota de valor y conduce al sentimiento posterior de bienestar. La tristeza es necesaria para poder sentir, y ver qué es lo que me sucede. Esta puede durar más o menos, pero nunca se la debe dejar de lado.
Mientras tanto, en el cuartel central quedan al mando Furia, Temor y Desagrado, quienes van a intentar controlar a Riley como lo hacía Alegría, pero ninguno lo va a lograr: cada emoción tiene su papel en el funcionamiento de la persona, y ninguna puede ocupar el lugar de la otra, sino que deben coexistir todas juntas y evitar que ocurra un desregulamiento emocional, que es lo que ocurre cuando Tristeza y Alegría se pierden en la mente de la niña. Esta crisis emocional suele aparecer en el período de la adolescencia, un proceso de reestructuración, consolidación y especialización de las instancias psíquicas. En Riley, estas cuestiones pueden entenderse como los primeros síntomas de la próxima entrada a la adolescencia; ya que la presencia del “botón de pubertad” en la nueva mesa de control, nos lleva a deducir que aún no es una adolescente propiamente dicha. Ante situaciones nuevas, los adolescentes no saben cómo actuar, no saben cómo defenderse, porque tienen dificultad para expresar lo que les pasa. Las emociones se descontrolan, buscan dominarse entre ellas, causando una “explosión” en el interior de la persona, lo que no le permite adaptarse a este nuevo evento de una manera socialmente aceptada, se da lugar a una desregulación comportamental. Las consecuencias de esta lucha emocional, se las puede distinguir en las escenas donde las islas de la personalidad se van destruyendo, porque la emociones no logran balancearse, y se perjudican unas a las otras, perjudicando a la persona. Entran en juego procesamientos simultáneos, emociones contra la razón: diferenciar qué es lo que me pasa, contra que es lo que quiero o necesito. Debido a todo esto, es que le cuesta tanto la mudanza a Riley. Ya el hecho de estar entrando en la adolescencia, con todos sus cambios físicos y emocionales, no es sencillo para una persona. Lo es aún menos, si el cambio también se da respecto al mundo externo conocido, como el lugar donde se habita y las relaciones sociales. Pues, no podemos dejar de tener en cuenta que para un adolescente el grupo de pares toma un lugar primordial. Se vuelve el objeto significativo, es decir, aquél del cual se espera un juicio (ser o no ser valorado), y la respuesta a la búsqueda de la identidad (Teicher, 2003). De hecho, en el film se ve claramente la preocupación de la protagonista sobre los ámbitos sociales como la escuela y entrar en un nuevo equipo de hockey.
Ya llegando al final de la película, en este transcurso de la adolescencia de Riley, podemos ver que, luego de que se reorganizan las emociones, se reestructuran sus islas de la personalidad. Ya no son solamente cuatro, sino que empieza a tener más gustos y hechos importantes. A su vez, se resignifican las memorias: ya no predomina una sola emoción, sino que cada recuerdo de Riley está atravesado por varias, y el trabajo conjunto de ellas, su forma de adaptarse a la realidad de la misma, es lo que crea el recuerdo global. Es esperable en los adolescentes que algo les resulte molesto, o desagradable porque no lo conocen, pero con el transcurrir de los días eso se vuelve algo lindo. Lo cual, puede ejemplificarse con la escena del partido de hockey, cuando antes del festejo emotivo y feliz, se la va a Riley triste y angustiada. Muchas veces los adolescentes no pueden expresar realmente lo que les pasa y proyectan eso que les molesta en otra cosa, momento o persona. A medida que van creciendo, logran regular sus emociones y encuentran más fácilmente la mejor manera de adaptarse y adecuarse a su realidad, es decir, logran una buena regulación comportamental.


3) Conclusión: Este es el momento de la síntesis. Se pueden incluir aquí las consideraciones y opiniones suscitadas a lo largo del trabajo.

Con este análisis pudimos comprobar cómo el mecanismo de emoción actúa de brújula para la orientación en diversas situaciones y nos permite adaptarnos a los cambios porque tienen de finalidad valorar el estado que la produce e intentar superarlos. Creemos que este concepto es muy importante a la hora de enseñar, porque debemos comprender a los niños como sujetos que sienten y que sus acciones están guiadas por estas emociones. Lo que debemos hacer como docentes es enseñarles a actuar y a controlar las expresiones de las mismas, porque la autodeterminación es un factor esencial de la persona humana.
Otro aspecto que pudimos aprender, fue que debemos respetar y valorar nuestras emociones, incluida la tristeza. Esto nos permite ser más congruentes con nosotros mismos y tener una personalidad más equilibrada. Pensamos que no solo debemos aplicar esto con nosotros, sino también con los demás, especialmente con nuestros futuros alumnos: no privarlos de sentir, ninguna emoción debe ser reprimida. Debemos ayudar a que ellos las acepten, las reconozcan, tengan registro acerca de ellas, las analizen y vean cómo actuar con ellas. Debemos buscar una manera de ayudar a que ellos logren expresarlas de una manera socialmente aceptada.
Como conclusión, retomamos la frase de Palladas: “el mundo es una obra de teatro: cada uno ha de aprender a interpretar su papel”. Coincidimos con él, porque tenemos la certeza de que cada persona es única y que como docentes debemos siempre procurar que nuestros alumnos aprendan a descubrir e interpretar su propio “papel”.


4) Bibliografía consultada
        Powerpoint de la cátedra Sujetos de Aprendizaje II, UT2: Presentación Emociones y sentimientos.
        Powerpoint de la cátedra Sujetos de Aprendizaje II, UT2: Inteligencia emocional, regulación emocional.
        Powerpoint de la cátedra Sujetos de Aprendizaje II, UT2: Adolescencia- Conceptos Básicos.
        Griffa, M. C. y Moreno, E. (2014). Claves para una Psicología del desarrollo. Buenos Aires: Lugar. Volumen II, Pág. 7 a 52.  
        Pallarés, M. (2010). Emociones y sentimientos. Marge Books. Pág. 32 a 36. .
        Teicher, M. (2003). La aventura adolescente. Buenos Aires – México: Lumen.Cap.5.




[1] Mayer, Caruso & Salovey, 2000; Cabello, Fernández-Berrocal, Ruiz & Extremera, 2006; Eisenberg & Spinrad, 2004; Kooler, 2009, Ribero-Marulanda & Vargas Gutiérrez, 2013, pp. 498.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario